jueves, 13 de octubre de 2011

El día perfecto


En aquellos viejos tiempos cuando disfrutamos un paseo en el parque, antes de enamorarnos, antes del amor, cuando éramos amigos inseparables, cuando las noches de desvelo eran de risas y no de besos.


Cuando éramos amigos el mundo se veía diferente, se sentían más colores, nada era tan nublado, no sentíamos tristezas, no sabíamos de celos y el odio era la molesta de ver ganarte al llegar primero a la base.
Cuando fuimos amigos no había envidia, todo lo compartíamos, lo mío era tuyo y lo tuyo nuestro. Bailar no era parte de amor, era simple diversión.


¿Por qué cambiar alegría por una constelación de emociones que se entremezclan y nos confunden?

Recuerdo el día perfecto, una fecha que inventamos un día antes de tu cumpleaños.
En la mañana hicimos el desayuno en tu casa, terminamos empolvados en haría pero con los mejores hot cakes del mundo. Después salimos a pasear a tu cachorro al parque, y ahí nos pasamos varias horas. Luego cada quien fue a su casa y al atardecer fuimos a la feria, comiendo cantidad de dulces, jugando timos sin ganar, gritando de emoción en las alturas de los juegos, viendo animales exóticos y al final fotos de recuerdos, fue de lo más divertido.
En la noche caímos rendidos en tu habitación, exhaustos del día y, en la promesa de ser amigos toda la vida dormimos.


Ya fue tu cumpleaños y solo te mandé felicitar por un mensaje de texto sin tu respuesta, ahora estas lejos y ya no te veo. Espero el mensaje te haya llegado, porque te mandé una imagen.

Por enamorarnos hoy solo me queda los recuerdos del día perfecto en una fotografía y mi memoria.
El amor no lo es todo pero la amistad sí.




"No hay enamoramiento en la amistad pero si un gran amor"

jueves, 7 de julio de 2011

El elefante

Esta es una pequeña historia escrita para una clase. La historia tenía que ser escrita usando solo palabras que empezaran con la misma letra.


¿Por qué un elefante? Porque es mi animal favorito, es tan mágico, y sus ojos parecen el centro de un universo desconocido que te transportan.



En enero encontrabamos en Egipto el eminente esclavizado en encierro. Era el espectáculo, estrella en el escenario. Enigmático ebúrneo, elegantemente eclipsaba echando ecos. Él efectuaba eficazmente el espectáculo embelezando el enjambre. Él enfrentaba enormes enemigos enloqueciendo el engentado enjambre. Era él, el elefante.



Él esperaba escapar, escualido esperó ensueñado esperanzado escapar, esperó, esperó... Ergo él envejecido, el elfante enfermó.



Era entonces el espectáculo, el enjambre engentado escandaloso esperaba en el escenario. Entonces el elefante entró. Enseguida, el enorme exhausto elefante entonó echando eco enérgico enfurruñó. El elefante estrenduoso estampidó, entresuelos era escuchado. Enorme, efímero esfumó.




Entonces el enjambre emotivo entristeció.






Envidio el elefante. Escapó.

Att. El equino en el establo esperando el estreno en el escenario.



"Todos lograremos escapar de nuestros encierros"

lunes, 2 de mayo de 2011

Se escapó


Una vez una de mis personalidades se escapó.



Fue una mañana cualquiera a la que fui a la escuela. Ese día fue gris, triste, estaba amargado y sin chiste. Fue de esos días en el que hubiese preferido quedarme en casa a dormir.

La gente sonreía y me parecía todo repugnantemente feliz porque yo no sentia risa.

Todo lo entendí cuando regresé a mi casa y me encontré a alguien en mi cuarto, era mi felicidad era mi alegria, mis risas, mi otra personalidad. ¿Qué hacia fuera de mi? Entonces que hecho una carcajada y se escapó de una zancada por la ventana. En la calle la perseguí gritando ¡Se escapa! Mi felicidad huye de mi y yo sin ganas de alcanzarla u.u Pronto la perdí en lo lejos de mi vista...

Llegué ami casa y me deprimí, quería que vuelva la felicidad, la queria dentro de mi, es mia, es mi felicidad. ¿Quién quiere mi felicidad?

Fue anoche mientras dormía, mientras sentía que la vida era triste, creo que mi personalidad alegre se sintió insultada, se separó de mi mientras yo soñaba que era feliz, me engaño igual que a un triste payaso sin chiste.


Es tan ajena a mi que hoy decidió irse con alguien más, que egoísta es mi felicidad y que torpe soy al perderla de vista.

Me invade la miseria sin alegría, sin sonreir, sin dejar de llorar, sin poder soñar, sin poder pensar.

Sólo se me ocurrió ir a verte, si es que tu me puedes consolar en mi agonía... pero esa noche entendí...


Estabas en el parque, tu y mi alegría riendo y platicando... yo a lo lejos triste observando que te perdía y que fui vencido por mi felicidad. Ahora entiendo que soy el egoísta.




"Te regalo mi felicidad si eso te hace sonreir"