Desde el día que dejamos de vernos, desde aquella tarde de mi vida, no he dejado de pensar ni un solo día en ti, y creo eso me esta afectando.
Desde esa tarde las nubes no han parado, como si supieran como me siento por dentro.
Desde aquel día, llovió todas las tardes que no supe de ti.
Me he dado cuenta que me encuentro en mi realidad. No me he dejado llevar por mi instinto, por mi deseo de tenerte importando la moral que tuviera que sobrepasar, que me he conformado con solo imaginarte para calmar el impulso.
No me he rendido por el hecho que probablemente no pienses en mi como lo imaginé, que tal vez nunca lo hagas y que por el momento piensas en alguien más.
Me encuentro consciente de la realidad. De lo que es y lo que no es. Pero no me gusta y tengo que optar por algo más.
Correr y huir o esperar. El efecto de algo que desconocemos, algo que sabremos nos dañará, enamorarse.
Lo vengo pensando desde hace tiempo. Mejor es correr y huir ¿no? Me alejo rápidamente, me aparto y listo, así de fácil.
Dejar de sentir, dejar de querer. Empezar de nuevo. Si me espero, ¿cuánto será? ¿cuándo será? ¿Valdrá la pena? O al final solo me quedaré esperando algo que no llegará.
Porque realmente creo que aún moviendo cielo, mar y tierra, no va a servir de nada.
Por el momento me mantengo con el recuerdo de un día, un día contigo.
No sabía como decirte que no quería que acabará el día por eso dije lo que dije. Por si no vuelve a ocurrir.
Por si el cielo dura menos de un día.
Si supieras que soy adicto a ti, entenderías porque me alejo. Sabes que darme en las cantidades exactas para enamorarme toda la vida. A veces pienso y creo que no eres el agua, eres mi sed. Aún así, quiero vivir adicto a mi deseo, como un fumador con una cajetilla de cigarros pero sin fuego.
Me mantienes colgando en un hilo de felicidad y con eso me conformo, con eso soy feliz.
"Llegará el día en que sin haberme enamorado te empiece a olvidar"
